Este conocimiento enciclopédico se confirmó una vez más
cuando envié un manuscrito para publicar en los Anales de AFA de los que él era
editor. Meses más tarde en la siguiente Reunión cenábamos en la misma mesa y me
comentó que le había gustado mi trabajo y en particular cierta deducción
matemática. Cuando le expresé mi asombro de que hubiera leído detalladamente un
trabajo que no era en absoluto de su especialidad me respondió que siempre leía
todos los trabajos que se publicaban en los Anales.
Con Roberto compartimos
muchas actividades: asignación
de los primeros subsidios del FOMEC, integramos una comisión designada para
realizar la primera categorización del Programa de Incentivos y varias
Comisiones Asesoras de Física del CONICET. En una de ellas Roberto fue
designado Coordinador, lo que me permitió comprobar su extraordinaria capacidad
para dirigir un grupo de trabajo en base a una autoridad que surge naturalmente
a partir del respeto y de argumentos irrefutables
Nunca visité su casa en
Tandil pero conocí a su esposa que lo acompañaba en muchas de las Reuniones de
la AFA. Me hablaba a menudo de sus hijos, sobre todo del que tiene la profesión
de guía de montaña. Junto con él subió una vez el Aconcagua, experiencia que le
pareció extraordinaria a pesar de que durante la misma se dañó la vista por
deslumbramiento del sol en la nieve y se congeló un dedo que le fue amputado.
Este amor por la montaña lo llevó una vez a visitar Tucumán para realizar una
excursión en la que recorrimos juntos la Quebrada del Portugués. No nos fue muy
bien por la lluvia que nos empapó dentro de una vieja carpa, pero igualmente disfrutamos
de la experiencia y verificamos una vez más de que no hay como la montaña para
consolidar una amistad.izar la primera categorización del Programa de
Incentivos y varias Comisiones Asesoras de Física del CONICET. En una de ellas
Roberto fue designado Coordinador, lo que me permitió comprobar su
extraordinaria capacidad para dirigir un grupo de trabajo en base a una autoridad
que surge naturalmente a partir del respeto y de argumentos irrefutables.
Durante los últimos
años dedicó su tiempo de investigación a cuestiones ambientales, en particular
la generación de gases de efecto invernadero. Dirigió un grupo de jóvenes investigadores
para estudiar temas no triviales como la generación de metano por parte del
ganado vacuno. Es notable el ingenio y el conocimiento de física necesarios
para diseñar y fabricar el equipamiento necesario para realizar este tipo de
medición manteniendo a los animales en su ambiente natural.
El año pasado durante
la Reunión Nacional de Física de Bariloche, dio la casualidad que estuve
alojado en el mismo hotel que Roberto y su señora. Su visión había empeorado
mucho por lo que le era difícil desplazarse sin ayuda, sobre todo en
condiciones de baja iluminación. Desayunábamos juntos y luego lo acompañaba
para tomar el ómnibus que nos llevaba al Centro Atómico y nos traía de vuelta.
Pero aparte de la visión se sentía bien, de hecho una vez volvimos caminando
hasta el hotel.
Esperaba volver a encontrarlo
durante la última Reunión que se realizó hace dos meses en Tandil. Sólo llegue
a verlo el primer día sentado en una silla de ruedas a la entrada de la
Secretaría. Realmente nunca imaginé que tuviera una dolencia que terminara con
su vida en tan poco tiempo. Su ausencia entristece los corazones de todos
aquellos que tuvimos la suerte de conocerlo y de compartir con él momentos agradables
y enriquecedores, que perdurarán por siempre en nuestras memorias.
Constantino Grosse